Llevaba un tiempo pensando en la manera de cómo podría reciclar los botes de las mascarillas del pelo y aprovechar los materiales que tenía por casa y así contribuir con el medio ambiente y gastando poco.
Se me ocurrió que podría ser un buen lugar en el cual recoger todas mis horquillas que siempre voy dejando por toda la casa, bolsillos, bolsos y demás sitios habituales. En un principio pensé en pintarlo y decorarlo con retales pero como tenía muy a mano estos apliques a los que no daba mucho uso he preferido probar a ver qué se me ocurría. Al final salió este brillante bote con mi inicial en la tapa pero permite muchas combinaciones diferentes. Finalmente y de manera opcional podéis barnizarlo porque quizás se puedan ir despegando con el tiempo.